Ventajas e inconvenientes de una donación en vida
¿Te has preguntado alguna vez si es mejor recurrir a la herencia o a una donación en vida? Ambas son formas de transmisión gratuitas, pero tienen efectos jurídicos y tributarios diferentes.
Hace unos días publicamos una guía sobre donaciones (que puedes consultar desde este enlace) y hoy queremos comparar la transmisión inter vivos con la mortis causa.
Cómo funcionan las donaciones en vida
Las donaciones son, dicho de modo muy sencillo, entregas gratuitas de bienes. Se trata, por tanto, de una forma de transmisión de la propiedad que se caracteriza por ser:
Voluntaria. La causa de la donación se encuentra en la libertad del donante, que decide transmitir sus bienes al donatario.
Gratuita. Pese a ello existen las donaciones remuneratorias y condicionales, explicadas en la guía que citamos más arriba.
Que se perfecciona con la aceptación. Es decir, la donación en vida no produce efectos hasta que el donatario la acepta.
Cabe señalar que las donaciones tienen un límite, ya que el donante debe conservar bienes suficientes para desarrollar su vida. En este sentido basta con que se reserve el usufructo de su patrimonio, cuestión que explicamos en el último apartado de este artículo.
Aunque la opción más recurrida en España a la hora de transmitir el patrimonio sea la herencia, debes saber que dependiendo de tus circunstancias podría interesarte realizar una donación en vida.
Los requisitos para hacerla son tan flexibles como el régimen de la propia donación. Sin embargo, conviene analizar tu situación con un abogado especialista en donaciones y herencias o en derecho fiscal, ya que la operación podría salirte cara.
¿Me interesa recurrir a una donación en vida?
Como verás, las donaciones en vida presentan una serie de ventajas y desventajas. Sus desventajas son eminentemente tributarias, mientras que sus ventajas tienen que ver con la libertad de gestionarla.
Por eso no hay una respuesta universal a la pregunta de si te interesa recurrir a una donación en vida. Si bien es cierto que en general será más costosa que dejar los bienes en herencia, también lo es que sus ventajas pueden compensar este sobrecoste.
Veamos cuáles son los beneficios e inconvenientes de la donación en vida, a efectos de que puedas decidir si te interesa recurrir a esta opción o es mejor esperar al momento sucesorio para transmitir tu patrimonio.
Ventajas de la donación en vida
En primer lugar, al entregar los bienes inmediatamente quien los recibe podrá disfrutarlos antes y estando tú vivo. Por tanto, la donación en vida es la única opción si quieres ver cómo tus familiares aprovechan tu patrimonio.
Además, elegirás el momento óptimo. Así que podrás ayudar a tus hijos o familiares en el momento en que más lo necesitan.
En determinados casos las donaciones son revocables. Esto implica que si en el futuro te arrepientes de tu donación podrías recuperar tu bien. Por ejemplo, la ingratitud es una causa de revocación de la donación, de modo que podrás recuperar lo donado si quien lo recibió deja de prestarte las atenciones debidas.
Por otro lado, el régimen de las donaciones es más flexible que el de las herencias. Así, el donante puede reservarse ciertos derechos o imponer ciertas obligaciones a los donatarios, más allá de las cargas que podría dejar en su testamento.
Recuerda que la donación permite conocer la carga tributaria que debes asumir, ya que es imposible prever qué impuestos deberán pagar tus herederos cuando ya hayas fallecido. De modo que la donación en vida es el único modo de saber el coste que tendrá la transmisión.
Por último, las herencias son procesos muy conflictivos. Prácticamente todas las familias terminan discutiendo en el reparto, incluso cuando se nombra a un alguacil o a un contador-partidor. Así, los problemas de reparto inherentes a la herencia se podrían resolver mediante la donación en vida.
Desventajas de la donación en vida
Algunas de las ventajas que hemos señalado se pueden convertir en un arma de doble filo. Por ejemplo:
El reparto que realices podría anticipar los conflictos familiares. Esto es frecuente si los bienes que donas no pueden repartirse equitativamente entre tus hijos.
Las causas de revocación de la donación son tasadas. Aunque puedes condicionar la efectividad de tu donación al cumplimiento de unos términos (donación condicional, que es la más recomendable), si no lo haces podrías no disponer de argumentos jurídicos para revertir la transmisión. Este problema no ocurre en el testamento, que puede revocarse emitiendo uno nuevo.
El régimen fiscal de las herencias es, generalmente, más favorable. Así, debes tener en cuenta que las donaciones tributan en el Impuesto de Donaciones y el IRPF y, en su caso, se deberán abonar las plusvalías. Por tanto, conviene que estudies la operación antes de realizarla para conocer su coste concreto. Para ello puedes contratar a un abogado fiscal que te ayude a calcular la opción más rentable.
Si no se toman las cautelas adecuadas, la donación será colacionable. Esto significa que en el momento del reparto hereditario el donatario tendrá menos derechos sucesorios, debiendo incluso compensar a otros herederos.
Una donación en vida particular: la donación de la nuda propiedad
Ya hemos señalado que la donación es un régimen más flexible que la herencia. Así, el donante puede configurar la forma en que transmite su propiedad.
Uno de los modos más garantistas de realizar la donación de un inmueble consiste en la reserva del derecho de usufructo vitalicio. En estos casos, lo que transmite el donante es la nuda propiedad del bien, lo que permite que conserve su uso y disfrute hasta el momento de su fallecimiento.
Gracias a esta figura podrá donar en vida su vivienda, con la garantía de que la aprovechará en todo momento, pudiendo residir en ella e incluso alquilarla.
En definitiva, las donaciones en vida pueden salir caras, pero también pueden presentar un régimen mucho más favorable que las herencias. Por eso es fundamental consultar sobre su idoneidad a un abogado especialista en donaciones y sucesiones. Él podrá estudiar la situación particular para determinar el mejor modo de transmitir la propiedad.