Guía: fraudes por Internet
Los fraudes por Internet son uno de los delitos más corrientes y con mayor crecimiento. Esto no debería extrañarnos en una sociedad cada vez más digitalizada. Y es que España es uno de los países donde más ciudadanos utilizan a diario Internet.
Vamos a la cabeza de Europa tanto en utilización del smartphone como en extensión de fibra óptica. Pero nuestros conciudadanos no están tan concienciados como deberían sobre las amenazas en la red.
Esto es especialmente crítico en las empresas, cuyos empleados deberían seguir una serie de protocolos de seguridad y educarse en buenas prácticas digitales para no comprometer la seguridad de la compañía.
Mientras la población y los profesionales no estén concienciados, los fraudes por Internet seguirán siendo una amenaza cotidiana. Y es posible que incluso en ese caso los ciber delincuentes encuentren nuevas vías para engañarnos.
Por eso hemos decidido preparar esta guía sobre los fraudes por Internet, donde vamos a explicar cómo reaccionar cuando hemos sido víctimas de estos engaños.
¿Qué son los fraudes por Internet?
El fraude se define como una “acción contraria a la verdad que perjudica a la persona contra quien se comete” (DEJ). A nivel jurídico puede suponer varias implicaciones:
Desde una perspectiva civil, puede suponer un engaño que atente contra la buena fe. En esta medidas, podría dar lugar a acciones de resolución de contrato, de cumplimiento o de indemnización de daños y perjuicios.
Desde una perspectiva penal, lo identificamos con el delito de estafa. Las estafas son engaños que persiguen el lucro a costa del perjudicado.
La ciber delincuencia no es más que una adaptación de la criminalidad tradicional a los medios digitales. En este sentido, Internet ha importado gran parte de los timos y las estafas tradicionales.
Algunos de los fraudes por Internet más comunes son:
Compras online. Las compras online pueden dar pie a numerosos engaños, como:
Cobros superiores a los estipulados.
Envíos diferentes a los contratados o directamente la falta de suministro del producto o servicio adquirido.
Plazos de entrega deficientes o inexistentes.
Entrega de material no homologado o que incumple la normativa de propiedad industrial o intelectual.
Phishing. Se trata de “trampas” mediante las cuales el ciber delincuente obtiene datos personales de la víctima. Suelen emplearse para conseguir credenciales o información bancaria, procediéndose luego al vaciado de las cuentas o el secuestro de plataformas.
¿Cómo actuar ante un fraude por Internet?
Si has sido víctima de un fraude digital, las vías de actuación variarán dependiendo de la naturaleza del engaño. Nuestra recomendación es que contactes de inmediato con un abogado especializado en fraudes en Internet. Estos profesionales podrán guiarte en tu caso concreto, además de iniciar las acciones legales necesarias.
Aunque lo mejor que puedes hacer es acogerte a la estrategia que te proponga tu abogado, esta pasará probablemente por tomar medidas preventivas y reactivas. Te contamos los patrones básicos a continuación.
Medidas preventivas
Si has proporcionado información sensible a una fuente desconocida, lo mejor que puedes hacer es actualizarla. Cambia tus nombres de usuarios y contraseñas y contacta con las instituciones afectadas.
Por ejemplo, la mayoría de los ciber delincuentes tratarán de obtener tu información bancaria. Deberías avisar al banco del ataque para que tome las medidas de seguridad oportunas. Estas suelen pasar por un cambio en el pin y el bloqueo de tarjetas y otros productos o servicios (como las transferencias).
Si has compartido credenciales corporativas también deberías informar a tu empresa. Ten en cuenta que en este caso estarás en una situación delicada, porque si has comprometido su seguridad podrían exigirte responsabilidad civil e incluso penal.
Comunícaselo a tu abogado para que te explique cómo proceder y minimizar los riesgos.
Por último, es importante que denuncies el fraude. La Policía Nacional y la Guardia Civil disponen de herramientas de denuncia. También el INCIBE, al que puedes acceder a través de Internet o en el número de teléfono 017.
Aunque este tipo de denuncias no suelen ser efectivas, obtendrás al menos dos beneficios directos:
Contarás con el apoyo de las autoridades, que podrían recuperar tu dinero e incluso dar con los ciber delincuentes. Lamentablemente, el anonimato de Internet complica estas tareas.
Contarás con material documental. Si posteriormente tienes que presentar una demanda vas a necesitar material probatorio. Del mismo modo, algunas instituciones o plataformas pueden requerirte esta denuncia para devolverte el acceso a una cuenta robada.
Medidas reactivas
Una vez asegurada tu situación, es hora de tomar medidas para revertir el daño. Como hemos dicho, las autoridades pueden ayudarte si presentas una denuncia. Estas no suelen ser efectivas, pero anticiparás el comienzo de la investigación, lo que jugará a tu favor.
Si quieres recuperar tu dinero o reparar el daño, puede que tu única opción sea acudir a los tribunales. En este sentido debes saber:
Que puedes acudir a la vía civil si lo que necesitas es forzar el cumplimiento de un contrato, romper un contrato perjudicial o recuperar dinero.
Pero también puedes acudir a la vía penal si lo que quieres es que se sancione al defraudador. Los delitos de fraude digital se castigan con penas de multa y prisión, pudiendo alcanzar condenas de hasta 8 años de duración.
Afortunadamente, la mayoría de instituciones públicas y financieras cuentan con protocolos para afrontar los fraudes menores. De modo que si el engaño se limita a una cantidad de dinero razonable es probable que puedas recuperarla realizando algunos trámites en tu banco.
En este caso tu abogado puede ayudarte a realizar todo del procedimiento, garantizando que el banco cumple con su misión en los casos en que intenta no hacerse cargo del asunto.
Resumen: cómo actuar ante el fraude por Internet
En resumen, si has sido víctima de un fraude digital, los pasos a seguir serán los siguientes:
Contacta con un abogado y presenta una denuncia ante la Policía Nacional, la Guardia Civil y el INCIBE.
Comunica el ataque al resto de afectados (banco, tu empresa, Administraciones Públicas…). En este sentido, no olvides alertar:
A las personas a las que pueda repercutir el fraude. Por ejemplo, si has facilitado datos de terceros o estos estaban en copia en el correo, el ciber delincuente podría explotar esta información para repetir el fraude.
A las personas que puedan resultar afectadas indirectamente. Por ejemplo, en los casos de falsificación es recomendable comunicar el fraude al titular de los derechos de explotación, que probablemente te ayudará en tu reclamación.
Minimiza el impacto del ataque, cambiando contraseñas y bloqueando productos y servicios.
Inicia las reclamaciones, sean judiciales o extrajudiciales y civiles o penales.
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