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Préstamo participativo: qué es, características y ventajas para empresas
El préstamo participativo es un instrumento financiero que combina elementos del capital social y del préstamo a largo plazo. Este tipo de financiación es especialmente útil para emprendedores y empresas en crecimiento, ya que permite que la remuneración del prestamista dependa de los beneficios obtenidos por la empresa, además de incluir un interés fijo en algunos casos.
¿Qué es un préstamo participativo?
El préstamo participativo es una herramienta de financiación flexible que se adapta a la evolución de la empresa. A diferencia de los préstamos tradicionales, los intereses pueden variar según los resultados económicos de la compañía:
- Si la empresa no genera beneficios, la cuota de interés disminuye.
- Si los beneficios son altos, el prestamista recibe una participación proporcional.
Este tipo de préstamo es ideal para startups y PYMEs que buscan capital sin comprometerse a pagos fijos elevados desde el inicio.
Características principales de los préstamos participativos
Los préstamos participativos cuentan con varias particularidades que los hacen atractivos para empresarios y emprendedores:
1. Intereses variables
El prestamista recibe intereses basados en la evolución financiera de la empresa, como:
- Beneficio neto anual
- Facturación total
- Patrimonio total
También es posible pactar un interés fijo independiente de los resultados de la empresa.
2. Cuantías y periodos de amortización
Las cantidades prestadas dependen de la entidad financiadora, y los plazos de devolución suelen ser más amplios, incluso hasta 10 años.
3. Comisiones
Pueden incluir comisiones de apertura o cancelación anticipada, determinadas por la entidad prestamista.
4. Fondos propios
A efectos legales, los préstamos participativos pueden considerarse fondos propios, lo que impacta en la valoración patrimonial de la empresa.
Regulación de los préstamos participativos
En España, los préstamos participativos se regulan principalmente por:
- Artículo 20 del Real Decreto-Ley 7/1996, sobre medidas fiscales urgentes y fomento de la actividad económica.
- Ley 10/1996, que regula la corrección de la doble imposición interna intersocietaria.
Para préstamos anteriores al 20 de junio de 2014, los intereses variables se consideraban ingreso tributable para el prestamista y gasto deducible para la empresa.
¿Quién puede solicitar un préstamo participativo?
Este tipo de financiación está pensado para empresas con potencial de crecimiento, especialmente:
- Startups y nuevas empresas
- PYMEs en diferentes etapas de desarrollo
No obstante, las entidades suelen establecer ciertos requisitos:
- Presentar un plan de negocio detallado
- Tener la empresa constituidamente legalmente
- Mantener una situación financiera solvente
- Contar con una auditoría de cuentas adecuada
- No pertenecer a sectores financiero o inmobiliario
Ventajas y desventajas de los préstamos participativos
Ventajas
- Plazos de amortización más amplios, útiles para empresas en fases iniciales.
- Intereses ligados a los beneficios, evitando pagos excesivos si no hay ganancias.
- No se requieren avales ni garantías personales.
- Beneficios fiscales, ya que los gastos financieros son deducibles del Impuesto de Sociedades.
- Flexibilidad en condiciones, plazos y tipos de interés.
Desventajas
- Los intereses pueden ser más altos si la empresa obtiene buenos beneficios.
- Se requiere reserva económica anual para pagar el préstamo cuando venza.
- La entidad prestamista puede participar en juntas y decisiones de la empresa.
- Obligación de presentar informes financieros periódicos.
- Penalizaciones en caso de cancelación anticipada.
¿Se puede cancelar un préstamo participativo?
Sí, siempre que ambas partes estén de acuerdo y se haya pactado previamente. Sin embargo:
- Las cancelaciones suelen implicar comisiones o compensaciones.
- Como se consideran fondos propios, la amortización anticipada puede afectar la liquidez y reducir el patrimonio total de la empresa, perjudicando a los acreedores.
Conclusión
El préstamo participativo es una solución financiera estratégica para empresas con potencial de crecimiento, ofreciendo flexibilidad, plazos amplios y adaptación de los intereses según la evolución económica. No obstante, es importante analizar sus ventajas y riesgos antes de comprometerse con esta modalidad.
Si necesitas orientación legal para solicitar un préstamo participativo o gestionar su contratación, contar con un abogado mercantil especializado puede marcar la diferencia.