La prueba de la exploración del menor en los procesos de familia
En los procesos judiciales de divorcio, separación, modificación de medidas y violencia doméstica, es común realizar la exploración del menor para conocer sus preferencias y opiniones en cuanto a asuntos que le afecten directamente, como la custodia, el régimen de visitas, el lugar de residencia, cambio de colegio, etc.
La exploración del menor en los procesos de familia, es una entrevista o conversación entre el menor y el juez, en presencia del Ministerio Fiscal, que se realiza sin la presencia de los padres o abogados para garantizar la privacidad. No existe una regulación específica sobre cómo llevar a cabo la exploración, y las preguntas dependerán del tipo de procedimiento, las peticiones de las partes, la edad del menor y el juez que conoce el caso.
Los menores tienen derecho a ser oídos en todo momento, y si tienen 12 años o más, pueden declarar directamente ante el juez. En caso contrario, se puede realizar una entrevista con el Equipo Psicosocial, especialistas en psicología infantil, que realizan pruebas adecuadas a la edad del menor.
La regulación del derecho del menor a ser oído se encuentra en la Convención de los Derechos del Niño, la Ley Orgánica 1/1996, de Protección Jurídica del Menor, y la Ley de Jurisdicción Voluntaria, 15/2015, de 2 de julio. El artículo 92 del Código Civil establece que el juez debe velar por el cumplimiento del derecho del menor a ser oído y emitir una resolución motivada en el interés superior del menor.
Las partes, a través de sus abogados, pueden solicitar al juez la exploración del menor, que no puede negarse a llevar a cabo la diligencia ya que es un derecho del menor. Si el menor no desea participar en la exploración, puede negarse a hacer cualquier manifestación.
Es importante llevar a cabo la exploración con todas las precauciones posibles, ya que los menores son fácilmente influenciables y pueden declarar cosas que no son ciertas. La exploración del menor es una herramienta útil para conocer su punto de vista y tomar decisiones en el mejor interés del menor.