Guía para reclamar cursos online
Reclamar cursos online es cada vez más frecuente. Esto se debe al auge de la formación digital, cada vez más recurrida gracias a las TIC y, en parte, debido a la tesitura actual.
Como consecuencia encontramos una oferta creciente de cursos online, que no siempre cumplen nuestras expectativas. Por eso, en ocasiones, podemos necesitar los servicios de un abogado que nos ayude a reclamar nuestra formación a través de la red.
El auge de la formación online
La sistemática digitalización de nuestra vida sumada a la anómala situación actual hace que cada día utilicemos todo lo online más y más. Se ha convertido en la primera opción. Nuestra vida se encuentra en la pantalla a día de hoy.
Y, como no, también se encuentra aquí nuestra formación. Cada día son más las personas que deciden formarse de manera online debido a innumerables beneficios: flexibilidad, atemporalidad, ubicuidad, ilimitados conocimientos de cualquier área, precio…
Pero no es oro todo lo que reluce, y muchos de estos cursos son menos de lo que uno esperaba. Así que es importante saber cómo reclamar la formación online cuando no se ajusta a la legalidad o las expectativas producidas por el docente o la plataforma.
¿Cuáles son los principales problemas con los cursos online?
La enseñanza tradicional puede acarrear problemas, pero la mayoría de los nuevos problemas que traen los cursos online estarían resueltos. A continuación vamos a enumerar algunas de las problemáticas que pueden venir acompañando ese maravilloso curso online que promete una vida nueva en el que te acabas de matricular.
Contratación del curso online
Uno de los principales problemas que nos encontramos en los cursos online es que muchos, claramente, no han recibido la asesoría jurídica que habrían necesitado antes de poner el curso en el mercado.
Las Condiciones Generales de muchos de ellos suelen estar incompletas. Además, son innumerables las ocasiones en las que no se tienen en cuenta los derechos de los consumidores ni las obligaciones del vendedor. De esta manera, nos lleva a grandes problemas no solo en la contratación de los cursos online, sino también en el propio contenido.
El contenido no está legalmente supervisado, por lo que parte del contenido podrá estar desfasado o no ser adecuado ni cierto y a menudo cometen infracciones de copyright. Por supuesto, cualquier problema en la contratación o en la falta de adecuación del contenido a lo ofrecido puede dar pie a una reclamación.
Precios inciertos o desconocidos
Son muchas las ocasiones en las que se pide un pago determinado extendiéndose en el tiempo que al final resulta ser mucho más de lo inicialmente esperado. De hecho, en ocasiones ni siquiera se es completamente claro en el precio que el consumidor está contratando.
La formación online no deja de ser un servicio. Y como tal, quien lo presta debe ser transparente en sus condiciones, especialmente en aquellas esenciales como el precio del curso.
Falta de claridad en el contenido
A menudo, muchos de los compradores de cursos online aseguran que el contenido no es lo que se le había explicado o dejado ver. Los cursos son mucho más escuetos y faltan muchos de los servicios prometidos. Incluso puede ser que el contenido esté desfasado o reutilizado.
Es importante contrastar el contenido real del curso con la oferta que realizara la institución de formación. La oferta integra el contrato, lo que quiere decir que los formadores deben cumplir con su promesa tanto en la forma como en el contenido del curso.
Condiciones referentes a la nacionalidad de la institución.
La empresa puede estar fuera del país, incluso fuera de la Unión Europea. Esto es relevante a nivel legal, ya que las condiciones y derechos variarán mucho dependiendo de donde tenga la empresa su domicilio fiscal.
Estas relaciones internacionales pueden complicar tu reclamación, aunque no serán un impedimento para lograrlo con el profesional adecuado a tu lado.
Posibilidad de desistimiento
Como sabrás, el derecho de desistimiento te corresponde como consumidor. Este derecho de desistimiento debe aparecer explícitamente en el contrato.
Normalmente se encuentra al final del mismo. En la mayoría de cursos online es copiada y pegada de otros servicios y se especifica dispondrás de un plazo de 14 días para ejercer tu derecho de desistimiento.
Además, muchos de los vendedores de cursos online ni siquiera informan a los consumidores de su derecho de desistimiento. Y ello pese a que la ley (RD Leg. 1/2007) dice que el empresario deberá informar al consumidor en el contrato, de manera clara, comprensible y precisa, del derecho de desistir del contrato.
Además, deberán especificarse también en el contrato los requisitos y consecuencias del ejercicio de este derecho de desistimiento. También deberá el empresario entregarle un documento de desistimiento que exprese el nombre y dirección de la persona a quien debe enviarse y los datos de identificación del contrato y de los contratantes a que se refiere. La prueba de todo esto corresponde al empresario.
Sin embargo, si ha fallado la información sobre el desistimiento y el empresario no cumplió su obligación de informar debidamente al cliente sobre su derecho, tu derecho se dilata en el tiempo. Y en lugar de contar con los días especificados, contarás con 12 meses íntegros para desistir y recuperar tu dinero.
Otras opciones para recuperar tu dinero
Además, al margen de esta situación sobre el desistimiento, es muy probable que tu contrato cuente con cláusulas abusivas. Por ejemplo, entrarían en este cajón los casos en los que se permite acceso a los cursos en fechas decididas y condicionadas por la mera voluntad del empresario.
¿Cómo puedes reclamar cursos online?
Lo primero será enviar un correo solicitando el desistimiento del curso. En el caso de que creas que tu contrato incluye cláusulas abusivas, podrás solicitar la nulidad por este motivo.
Es importante que expreses tu descontento y el derecho que estás ejercitando para solicitar la devolución de tu dinero, ya que si simplemente te das de baja del curso no van a reembolsarte lo gastado. Incluso podrían llegar a seguir cobrándote si habías puesto el curso a plazos.
Si a través de esta comunicación no obtienes respuesta o no es la esperada, deberías enviar un burofax o una carta certificada. Mantén un justificante de haber hecho esta comunicación.
En el caso de que las comunicaciones amistosas no hayan dado frutos, si quieres hacer valer tus derechos deberías hacerlo a través de una demanda. Este paso variará mucho dependiendo del país en el que te encuentres y el país en el que radique la empresa a la que compraste el curso.
Por ello, para este paso será fundamental contar con la asesoría de abogados profesionales especializados en este tipo de reclamaciones. De hecho, su consejo desde las etapas iniciales de la reclamación puede ayudarte a recuperar tu dinero de forma más rápida y efectiva. Rellena el formulario que dejamos a continuación y te enviaremos dos presupuestos sin ningún tipo de compromiso.